viernes, 11 de noviembre de 2016




En un  muelle perdido entre la niebla, una mujer espera.  Alucinada
camina por arenas de ceniza, luego retorna al muelle quieto borrado por el viento.



En medio de un mar tormentoso el náufrago se aferra al último madero, acosado por el frío, ciego en medio de la tempestad, se deja llevar por los remolinos del agua . Sólo lo sostiene un pensamiento, el deseo de llegar a aquél muelle perdido donde una mujer lo espera. Ese sentimiento lo mantiene con vida, en la oscuridad de las mareas que lo azotan. 

De pronto,  lo acaricia  una luz que flota sobre el agua...una luz que lo sostiene y lentamente lo lleva hacia una playa con arenas cenicientas.



Sin conciencia de sí, queda tendido en la helada costa,  sus ojos apenas abiertos, esperan, mientas la lluvia sigue cayendo .  La mujer corre por el muelle de niebla y se acerca cada

vez más al cuerpo tendido en la playa. En sus brazos sostiene cristales de luz, que le abren un camino. Ella  sabe ya que su espera ha terminado y  que el   viajero llegó  hasta su orilla."

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